Así recibiremos mañana la Cuaresma en el Corazón de María. A partir del
miércoles de ceniza intentaremos vivir las tres claves de este tiempo:
la oración (representada por el reclinatorio, la biblia y el rosario),
el ayuno (con el agua y el pan como símbolos) y la limosna (con las
bolsas de la colecta más o menos llenas según nuestras posibilidades)
Un sinuoso camino que estará lleno de buenos y malos momentos, de llanuras y caídas nos llevará a la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, representada por la presencia del cirio pascual. Y como clave de todo este 75 aniversario, la Palabra representada en el Evangeliario abierto para que todos nos acerquemos a Ella.
La ceniza, presente en este camino es el comienzo de nuestra penitencia cuaresmal.
Y todo bajo la atenta mirada de Nuestra Madre, Corazón de María y de nuestro crucificado, Aquél a quien llevaremos por las calles en Vía Crucis, llevaremos los olivos alabándolo, escucharemos su Pasión el Viernes Santo, besaremos su pie como Adoración de su muerte en la Cruz y acompañaremos al Sepulcro y de ahí a la gloria de Dios Padre en su Resurrección en la Vigilia Pascual
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